Estrategias de Iluminación
14 de Noviembre de 2025

Estrategias de iluminación

  • Iluminación por capas: Combina al menos tres tipos de luz para adaptar el espacio a diferentes usos:
  • Luz general: Iluminación básica del techo para dar luz a toda la estancia.
  • Luz de tarea: Focos o lámparas de mesa dirigidas a áreas específicas, como para leer o cocinar.
  • Luz ambiental: Lámparas de pie, decorativas o tiras de LED para crear ambientes acogedores o resaltar elementos.
  • Temperatura de color:
  • Cálida (amarilla): Ideal para zonas de relax como dormitorios y salones, ya que crea un ambiente acogedor.
  • Neutra: Perfecta para cocinas, baños y zonas de trabajo o estudio, ya que permite ver los colores de forma fiel.
  • Fría (blanca/azulada): Estimula la actividad y es adecuada para zonas muy oscuras, aunque debe usarse con precaución para no crear ambientes fríos en áreas de descanso.
  • Aprovecha la luz natural:
  • Pinta las paredes con colores claros y el techo de blanco para reflejar mejor la luz.
  • Usa espejos estratégicamente para duplicar la luminosidad en cualquier espacio.
  • Evita cortinas pesadas y opacas; opta por cortinas más ligeras o persianas para controlar la entrada de luz natural. 

Consejos por estancia

  • Salón: Combina una luz general neutra en el techo con lámparas de pie o de mesa cálidas para crear ambientes acogedores y zonas de lectura.
  • Dormitorio: Usa luz cálida en lámparas de noche para antes de dormir y luz neutra en el techo como iluminación general.
  • Baño: Una luz neutra en el techo y focos alrededor del espejo son ideales para arreglarse. Se recomienda una intensidad mínima de 250 lúmenes en la zona del espejo.
  • Cocina: Combina una luz general neutra en el techo con luz de tarea bajo los armarios superiores para iluminar bien la zona de trabajo.
  • Recibidor: Asegúrate de que tenga al menos dos puntos de luz, uno principal y otro de apoyo (como una lámpara de mesa o aplique de pared) con luz neutra o cálida para una bienvenida cálida. 

Errores a evitar

  • Usar únicamente la luz del techo, lo que crea sombras y una sensación de frialdad.
  • Poner luz fría en zonas de descanso o relajación.
  • Ignorar la función decorativa de las lámparas, que pueden realzar el estilo de tu hogar.
  • Olvidar puntos de luz complementarios en rincones de lectura o zonas de paso.
  • No planificar los puntos de luz antes de una reforma, lo que puede llevar a una iluminación inadecuada y sombras indeseadas.
  • Dejar que el deslumbramiento de las luces afecte la televisión o la vista, causando fatiga visual. 


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